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Las caderas en Costa Rica no mienten. Tenés que aprender a bailar como los ticos.

Si de bailar se trata, no podemos negar que en Latinoamérica hay ritmos de sobra, y para todos los gustos. Lentos, rápidos, más pegados o con más soltura. Y así como hay ritmos, hay bailarines y hoy vamos a hablar de los que vienen un pequeño país en Centro América que se han convertido en unos de los mejores de la región.

Costa Rica es un caso muy interesante en cuanto a la cultura, podemos hablar de la comida o de sus costumbres, pero hoy vamos a hablar de porqué si quieres bailar con un tico deberías considerar mejorar tu destreza en la pista. Y sí, hablamos en serio.

Los ticos o costarricenses aprenden las bases de los bailes más populares del país en casa, desde un matrimonio, un cumpleaños, la boda o hasta el baby shower de alguna prima siempre son una buena excusa para bailar. Ahí los más pequeños van aprendiendo con tíos, primos o mamás quienes le sirven de primeros maestros. Y con familias numerosas, no suele ser difícil encontrar varios compañeros de baile.

Pero después, sucede algo muy interesante que diferencia a los bailarines de este país con la mayoría de los otros, acá a pesar de aprender en sus hogares a bailar, los ticos buscan perfeccionar estas destrezas de baile con profesores que les enseñen a mejorar su técnica y les muestren como sacarle brillo a la pista de cualquier lugar, no importa si es en la montaña o ciudad.

Aunque hay una gran variedad de ritmos que se enseñan y se escuchan, como el merengue, cumbia o bolero; son la salsa y la bachata las favoritas de la mayoría. Y la verdad, no es de sorprenderse nadie se puede resistir a un movimiento de cadera bien hecho bailando bachata, o a una vuelta rápida escuchando la última de Marc Anthony.

 

Al ir a clases de baile los ticos, no sólo aprenden como ejecutar bien los movimientos de cada baile, sino que también aprenden a bailar con otros bailarines, es también una catarsis para muchos que usan este espacio en su semana para liberarse del estrés del trabajo, conocer nuevos amigos y disfrutar de algo que aman hacer; bailar. Además de  tener un plan de fin de semana fijo: Ir con los amigos de clases de baile a practicar.

Sea como sea, los ticos se dan a respetar en las pistas de baile, se puede decir que poco les falta para ser profesionales, porque las ganas y el talento es lo que sobra.

Si nunca habías pensado en ir a pegarte unas buenas clases de baile, te lo recomendamos, no sólo tendrás una actividad interesante y diferente que realizar en la semana, sino que irás mejorando tu destreza, y quien sabe quizá un día te topes a un tico en una fiesta, y le puedes mostrar tus pasos de baile.

Bailando en tiempos cubanos

Bailando en tiempos cubanos

Aunque parezca paradójico, no fue tanta casualidad que Cristóbal Colón desembarcara en la mayor de las Antillas cuando en realidad andaba perdido buscando la ruta marítima para conectar al viejo continente con India. Existe una atracción mágica, magnética, hacia esa isla caribeña que el sol abraza muy fuerte en un gesto de pasión, un encanto esotérico, un dulzor irresistible que desborda sus cañas y produce postales naturales románticas que protagonizan gente de pura azúcar.

Entonces tampoco es extraño entender que -amén de las rivalidades entre España e Inglaterra- en 1762 los ingleses hayan querido tomar posesión de la “llave del Golfo”, como también se le conoce a Cuba, ese archipiélago que parece reposar sobre el océano Atlántico, pero que en realidad borbotea de emociones. Al año siguiente España le entregaría la Florida a la corona británica a cambio del puerto de La Habana, porque verá usted, este no es un puerto del que alguien se desprende fácilmente.

Todos recalaban en la bahía habanera durante su paso hacia el norte, y así llegaron a Cuba ritmos y bailes de todas partes, desde África hasta Europa y otras regiones de América. Allí se mezclaron esas melodías y tambores con el guarapo[1], el ron, fumaron tabacos exóticos, se bañaron en playas afrodisíacas, se fundieron bajo el sol del Caribe, asistieron a fiestas de santos negros y santos blancos, y surgió la música cubana. No es un secreto para nadie que cualquier intérprete que aspire a ser un gran “maestro” de los estilos bailables afro-latinos, sin dudas debe beber de la escuela cubana.

La historia nos cuenta que durante los años 30 a los 50 la música cubana fue el gran referente del territorio. Los cantantes y compositores más renombrados del continente americano viajaron a La Habana para cantar, componer y grabar con la Sonora Matancera, Benny Moré, Arsenio Rodríguez, Antonio Arcaño y Rita Montaner. Tropicana marcaba el paradigma de los grandes Shows tropicales, al cual asistieron desde Frank Sinatra hasta el mismísimo Al Capone. Del otro lado, los percusionistas cubanos Mario Bauzá y Chano Pozo hacían historia en New York introduciendo las tumbadoras en el jazz y dando paso al surgimiento de lo que hoy se conoce como “latin-jazz”.

De Cuba salió el Mambo que causó furor en México en los años 50 y de Cuba salieron Celia Cruz, Gloria Estefan y Willy Chirino en los años 60 y comenzaron a sonar con ellos las guarachas cubanas en los Estados Unidos. No debemos olvidar que desde mucho antes ya existieron fuertes lazos entre los músicos cubanos y los estadounidenses. New Orleans y La Habana parecían barrios vecinos intercambiando ritmos, sonoridades y expresiones musicales desde finales del siglo XIX y durante toda la primera mitad del siglo XX. En el propio Mambo convergían ya elementos cubanos y estadounidenses: ritmos y entonaciones del son y el danzón –dos géneros cubanos- con las sonoridades, timbres y agilidad de las jazz bands americanas.

Los cubanos llegaron con el son y la rumba a Estados Unidos, a New York -tras el cambio de régimen político en la isla en 1959-, allí se reunieron con otros músicos que venían de Puerto Rico, Colombia, Panamá, Venezuela y República Dominicana y concibieron el fenómeno “Salsa” en la década del 70. Esta es la razón por la cual la salsa es mucho más que un baile social y todos los que estamos enamorados de su encanto lo sabemos. La salsa es identidad, es ese lugar donde los músicos y bailarines latinos se refugiaron para preservar su esencia, su distintivo, así como hicieron sus ancestros africanos que vistieron sus dioses como santos católicos para que no murieran, para nunca rendirlos.

Entonces la salsa brilla con aura exquisita porque es el resultado de una comunidad multicultural donde bailan en armonía y con deleitable sabor las raíces latinas bajo las luces estadounidenses. En la base están el son y la rumba cubanos, los ritmos de herencia africana matizados por el Caribe, la clave cubana, la ritmicidad en los instrumentos melódicos que ejecutan los “tumbaos” y la melodía que emana de la interpretación de los instrumentos de percusión.

Los ingredientes cubanos en la Salsa

El son cubano, padre de la Salsa, es un género musical-bailable que se originó en el extremo oriental de la isla a finales del siglo XIX. Originalmente se ejecutaba con un instrumento de procedencia africana llamado marímbula y que hacía la función del bajo, percusión menor y el tres cubano: una especie de guitarra de menores dimensiones que se distingue por tener tres pares de cuerdas dobles de acero. Esta característica le otorga al tres cubano una sonoridad única y brillante, y además tiene la particularidad de ejecutar el “tumbao”, una melodía arpegiada, muy rítmica y acentuada que constituye el núcleo de la canción.

Más tarde el son llegaría desde lo más intrincado del campo hasta La Habana. Allí cambiaría la marímbula por el contrabajo y añadiría la trompeta. Cuando los soneros aterrizaron en los Estados Unidos empezaron a tocar aquellos “tumbaos” que sonaban en las cuerdas del tres, con el piano de lo que luego llamarían Salsa. En los años 90, el fenómeno Buena Vista Social Club dio a conocer a todo el mundo el son cubano y a las grandes figuras que en sus sueños y dones lo colmaron de bendiciones.

Si por un lado el son es la expresión de lo cubano por antonomasia, una deliciosa mezcla entre lo español y africano en un nuevo producto; la rumba cubana por otra parte es descendiente directa de África. Rumba significa “fiesta”, como las que se hacían en los solares[2] habaneros, donde los descendientes de esclavos africanos se reunían a celebrar su “libertad” en baile y música. En Cuba, debido a las condiciones especiales en que se desenvolvió la trata de esclavos, se desarrollaron diferentes manifestaciones de lo africano, con sus más variadas particularidades. El término afrocubano se utiliza entonces para connotar todas aquellas expresiones provenientes de la Rumba y ceremonias religiosas de origen yoruba y abakuá fundamentalmente.

Actualmente las mezclas son tan complejas, tan ricas, que a veces se hace difícil delimitar géneros puros y los bailes han ido evolucionando hacia formas genéricas que permiten mayores libertades y creatividad. Desde los calificativos “bailes latinos”, “bailes sociales” o “bailes tropicales”, que se emplean hoy para incluir todas aquellas manifestaciones danzarias de descendencia latina y carácter social, el propio término “afro”, “afro-latin” “afro-caribbean”–dentro del circuito de la salsa- se utiliza para resaltar cualquier elemento procedente de la herencia africana en esta región, con fuerte presencia de las tradiciones músico-danzarias afrocubanas.

Los bailes cubanos en Estados Unidos

Los Festivales y Sociales de temática cubana suelen ser muy atractivos y enriquecedores, estamos hablando de los cimientos de la Salsa, y de una cultura que expresa la alegría y jovialidad de su gente, el compromiso con sus raíces, su carácter de lucha, resistencia, supervivencia, rebeldía, superación, libertad, sus heridas y cicatrices, puro ritmo, calor, fuego y sensualidad. Desde los básicos afrocubanos, las tres variantes de la Rumba (Columbia, Guaguancó y Yambú), chachachá y casino, los eventos de bailes cubanos cuentan con los grandes maestros radicados en los Estados Unidos, y se distinguen además por su estilo y energía auténticos, llenos de pasión.

Como buenos latinos, los cubanos también son personas que sienten especial respeto por los encuentros familiares y las grandes fiestas, muchas veces religiosas -porque también son muy espirituales-, coronadas con un portentoso banquete, donde por supuesto no faltan la música y el baile. Ese carácter amigable, familiar, parrandero y encarnecido distinguen los eventos cubanos que durante estos meses de confinamiento se han visto resentidos y algunos se han movido al medio digital.

En San Diego, Los Ángeles, Seattle, New York y otras ciudades suelen organizarse eventos donde los bailes cubanos son los protagonistas, siendo una excelente oportunidad para adentrarse y aprender de los grandes maestros. La gran mayoría de ellos provienen de una sólida formación en las academias de baile cubanas, un sello de categoría para aquellos que de forma natural ya tienen incorporados la fuerza, seguridad y sensualidad en sus movimientos y figuras. Entre los exponentes masculinos destacan los nombres de Erick Barbería, Juan Carlos Blanco, Wilfredo Guilbiac, Reinier Valdes y Jorge Luis Fernández, mientras por el lado femenino Kati Hernández, Indira Mora y Daniela Gallardo son algunas de talentosas mujeres que continúan transmitiendo su exquisito legado cultural.

Actualmente podemos encontrar a muchas de estas estrellas impartiendo clases y talleres de forma online dadas las circunstancias sanitarias actuales. Si bien es cierto que la pandemia ha venido a lacerar el dinamismo y la médula misma de los bailes sociales, el aislamiento ha significado una mirada introspectiva a nuestro bailarín interno, una invitación a explorar la expresividad individual, potenciar la sinuosidad y la fuerza de los movimientos, y sin dudas podemos encontrar mucho de eso en los estilos afrocubanos. Elegantes, precisos, imponentes, sensuales, poderosos, llenos de vida y pasión, así son los bailes cubanos, historias con finales de fiestas, fiestas de sentimientos a flor de piel.

[1] Jugo natural que se extrae de la caña de azúcar.

[2] Tipo de edificio habitacional conformado por pequeños cuartos hacinados que suelen compartir zonas comunes como el baño y patio y donde viven varias generaciones de familias.

Moving Salsa Forward: The Life and Times of Carlos “Cano” Estremera

As if 2020 hadn’t already caused enough pain, a beloved, vanguard of Salsa, Cano Estremera, passed away in a hospital in San Juan, Puerto Rico on October 28, 2020 after a long battle with multiple health complications. He was 62 years old and had endured a double lung transplant in late 2018 in response to a diagnosis of pulmonary fibrosis. It’s yet another tragedy in a long list of tragedies this year has given us. According to himself and most of the Latin American music scene, Cano was the greatest Salsa improvisor, ever to grace the stage. Singing with the likes of Celia Cruz, Bobby Valentin, Ruben Blades and others, he dominated lyrical improvisation like few ever could.

Before there were rap battles, there were literal salsa duals where singers would improvise lyrics to see who was most talented, who could lob the best insults, who sang the most complex and poetic rhymes. Arguably, Cano Estremera was the best of all time and spent his life raising awareness of Salsa as an art form, especially when the genre was losing notoriety to other musical styles like Reggaeton, Merengue and Bachata.

Born Carlos Enrique Estremera Colón, in Santurce, Puerto Rico, he was raised in Barrio Obrero and the government housing project Las Casas. His parents were too poor to give him a stable upbringing and allowed Cano to stay with a retired Army soldier and his wife, who were childless, and took a liking to Cano, raising him with a strict moral, Roman Catholic code. Even still, because Cano was an albino child in a rough neighborhood, he was bullied relentlessly. For this reason, he often said he was a unique product of his upbringing; an idiosyncratic mixture of moralism, poverty, bullying and an unquenchable curiosity. The bullying, in particular, he felt was formative and instructive, giving him a sense of strength of character until he says he became the bully, which could always be seen in his braggadocio, swagger and confidence on the stage.

Cano wanted to be a neurosurgeon, a doctor, or a lawyer but, in Las Casas, the only avenue available to him was music not higher education. Surrounded by talented musicians in Barrio Obrero, all “geniuses without an education” according to Cano himself, he became part of a revolutionary new group called Los Pleneros del Quinto Olivo and La Orquesta Mulenze 76, bands playing Bomba y Plena with unique percussive arrangements, which included every member of the musical group acting as singer.

By 1978 he met the famous Bobby Valentin, a Puerto Rican bassist and band leader. In his self-titled album, Bobby Valentin made Cano Estremera the lead singer for the band, propelling the group to fame with the hit song “La Boda de Ella”. They went on to record six albums together, which included such danceable salsa classics as: “El Caiman”, “El Muñeco de la Ciudad”, and “Me Quede Con Las Ganas”.

In 1984, Cano and Bobby Valentin parted ways after a disagreement. Valentin was in the process of starting his own label and wanted Cano to headline his very own band alongside other acts with the record label. But Cano, who was uninterested in having his own band at the time and felt comfortable with the way things were, disagreed with Valentin. Describing the situation in this 2014 interview while on tour in Peru, Cano said it was due to his lack of faith in Bobby’s logistical capacity for growing a Salsa label that he decided to leave Bobby and finally start his own band. He goes on to explain, in the same interview, that he had noticed his own notoriety was not where he felt it ought to be throughout Latin America and he wanted to sing his own songs, not someone else’s.

It would be two years before Cano’s first solo album, “El Niño de Oro”, came out in 1986, lead by the hit “Viernes Social”. His most popular song with more than three million downloads to date, according to Spotify, is “Amame en Camara Lenta”, a romantic Salsa tune that came out on his “Salvaje! ’88” album released in 1988. Cano would churn out eight albums and various singles, many of them self-produced.

It was unfortunate that he embarked on his solo career at a time Salsa’s cultural influence in Puerto Rico, and Latin American in general, was waning. At a time when Reggaeton and Merengue were taking over Puerto Rican airwaves, Cano fought hard to keep Salsa relevant and was determined, not only to move Salsa forward as a musical genre, but to carve a unique name for himself within its musical space. The combination of an expansive vocabulary, brash fearlessness on stage, and a deep knowledge of Salsa’s Jibaro origins, Cano began to show off his improvisational prowess.

Cano also frequently combined jazz scat singing with his improvised lyrics on live performances. With a conviction that to consider yourself a Salsa singer, one has to be able to freestyle, Cano set out to prove himself the undisputed champion of lyrical improvisation, calling himself “El Dueño del Soneo” (The Owner of Freestyle).

The first time he tried free-styling was in a concert in Guanica, Puerto Rico and when Cano tells the story, he says it was essentially a game, a dare, in which, mostly out of boredom, the band challenged him to freestyle as many unrepeated, improvised verses as he could. He got to 100 verses. At the next concert, 120. Soon he got to 200. He says each time he achieved a new record, he was mentally exhausted from the effort.

He began to challenge other troubadours to lyrical duals where he would often win, though his improvisations during those duals included insults, which caused rifts between him and other artists the way dis tracks in American Hip-Hop or Reggaeton do now. It was obvious controversy would follow Cano, not only because of the content of his improvisations, but because as the freestyle king, he became a target for others looking to take his crown. His improvisations often lead to censures in other Latin American countries followed by apologies.

At a concert in Cali, Colombia, Cano improvised a few lines that alluded to throwing uncooperative women in a “casa de pique” (an abattoir). Cano was banned from ever returning to the city of Cali due to the public outcry.

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Cano Estremera was influenced by the likes of Justo Bentancourt, Hector Lavoe, Cheo Feliciano, Ruben Blades con Willie Colon, Ismael Rivera, y Marvin Santiago. It seemed his life was completely dedicated to the success and elevation of Salsa as an art-form, which to Cano implicitly meant all true Salseros would share in that success as well—so long as he was always the king of the free-styling.

His music often spun humorous stories about difficult subjects, spanning from infidelity to his own condition as an albino man. Drawing from many different influences he tried to impose a rigor on Salsa while knowing that he was constantly experimenting with the form; and he was the first to admit his experiments were far from perfect. Cano said, “We also cannot tie ourselves to traditionalism…I consider myself a vanguard singer and I am conscious of the fact that the greatest errors are the ones I commit because I’m experimenting.”

Cano was able to admit his faults even as he shined a spotlight on every one else’s during improvisations, and he explained how he was able to do this saying, “To get to the point where I can criticize other…you first have to leave your own body, take an astral voyage, look at yourself from the outside, to determine what you truly are, then you can talk about others…”

Over the last three years, he developed a condition common to some albinos, that of pulmonary fibrosis. The severity of his illness left him with little choice but to undergo a double lung transplant in November 2018, which he described as “exchanging one disease for another.” The transplant, performed in Philadelphia, Pennsylvania, was a resounding success. But he was left paralyzed for the rest of his life. After fighting an infection since last May, the 62 year old Cano passed away in the hospital where he had been sequestered for over a week. He is survived by his wife, Yamira Arce, and his three children.

Since his passing, there has been an outpouring of grief all across Latin America—from Panama to Peru, Argentina to Colombia, from New York City to Los Angeles, and most of all in Puerto Rico. Other members of Salsa royalty from Ruben Blades to Gilberto Santa Rosa have expressed their condolences on social media.

Over a 40 year period, Cano consistently had his finger on two different pulses: what the people wanted to hear and what Salsa herself wanted to say. Cano Estremera felt the responsibility of listening to both pulses and doing the best he could to be the best that ever was, “…because sometimes you see yourself in the position of having been commissioned, not because you wanted it, but because it was your fate, and what you do with that responsibility will eventually be weighed by history…” History will credit Carlos “Cano” Estremera with helping Salsa not become folk music, rarely listened to. His bombastic personality not only made him the King of Improvisation but kept Salsa at the top of Latin American music.

Moviendo La Salsa Pa’lante – La Vida de Carlos “Cano” Estremera

Como si el 2020 no nos hubiera hecho suficiente daño, el querido vanguardia de la Salsa, Cano Estremera, falleció en un hospital de San Juan, Puerto Rico el día 28 de Octubre del 2020, después de una batalla larga con complicaciones de salud. Tenia 62 años, había sufrido un transplante de ambos pulmones en el 2018 como tratamiento para fibrosis pulmonar. Es esto otra tragedia, de muchas tragedias, que nos a brindado este año. De acuerdo a el mismo Cano, y la mayoría de los músicos Latino Americanos, Cano era el “Dueño del Soneo”. Había cantado con Celia Cruz, Bobby Valentin, Ruben Blades, y muchos otros, dominando la improvisación como pocos pudieron.

Antes de las batallas entre raperos, salseros tenían duelas de soneo a ver quién era el mas talentoso, quien podia tirar los mejores insultos, quien cantaba las rimas más poéticas. Posiblemente, Cano Estremera era el mejor improvisador de cualquier época y trabajo toda su vida para crear conciencia de la Salsa como forma artística, ya que el genero estaba en competencia furiosa contra estilos de música como el Reggaeton, Merengue y la Bachata.

Nació Carlos Enrique Estremera Colón, en Santurce, Puerto Rico. Fue criado en Barrio Obrero y el caserio Las Casas. Sus padres no tenían los recursos para darle a Cano una vida estable, y permitieron que los padrinos, un soldado retirado y su esposa, que no tenían hijos, cuidaran a Cano bajo reglas rectas y Católicas Romanas. Aún, el hecho de que Cano era un niño albino, en un vecindario duro, fue “bullied” todos los días. Por esta razón, Cano dice que el fue un producto único de su crianza; una mezcla idiosincrática de moralismo, pobreza, intimidación, y una curiosidad sin fin. En particular, la tiranía que Cano sufrió por ser albino, él sintió que le había dado fuerzas de carácter hasta que él se hizo el tirano, algo que se ve en la manera seguro en que Cano se pavoneaba.

Cuando niño, Cano quizo ser neurocirujano, o doctor, o abogado, pero en Las Casas, la única manera de superarse era la música—no había dinero para la universidad. Rodeado por músicos, que Cano mismo decía que eran “genios sin educación”, en Barrio Obrero, el se hizo parte de un agrupación revolucionario llamado Los Pleneros del Quinto Olivo y La Orquesta Mulenze 76. Estas bandas tocaban Bomba y Plena con arreglos de percussion únicas, y cada miembro cantaba al unísono.

Para el 1978 Cano se encontró con el famoso Bobby Velentin, bajista puertorriqueño y líder de su propia orquesta Salsera. En el álbum auto-titulado, Bobby Valentin le dio voz principal a Cano y la orquesta se hizo aún mas famosa con la canción “La Boda de Ella”. Juntos grabaron seis discos, incluso los clásicos bailables: “El Caiman”, “El Muñeco de la Ciudad”, y “Me Quede Con Las Ganas”.

En 1984, Cano y Bobby se despidieron después de un desacuerdo. Valentin, queriendo empezar su propia marca, le pidió a Cano que hiciera una orquesta bajo la empresa de Valentin, parte de su nueva estrategia, según Cano, para crear mas orquestas y músicos. Pero Cano, que en ese momento no le interesaba tener su propia orquesta, y sintiéndose cómodo donde estaba, le dijo que “no” a Valentin. Describiendo la situación en una entrevista de farándula en Peru, Cano dijo que el no tenia confianza en las habilidades logísticas de Bobby para hacer una empresa cuyo propósito era mercadear el sonido Salsero. Al fin, Cano decidió irse a solos para lidiar su propia orquesta. En la misma entrevista peruana, Cano dice que el había notado que, la música que el había hecho con Valentin no era muy conocida en regiones de Latino America que el esperaba ser famoso ya. Ademas, no quería seguir cantando las canciones de otros.

Pasaron dos años antes de que Cano tirara su primer disco solo, “El Niño de Oro”, que salió en el 1986, con el gran éxito “Viernes Social”. La canción más popular, hasta el sol de hoy, de acuerdo a Spotify, con más de tres millones de usuarios, “Amame en Camara Lenta”, una canción romántica que salió en su álbum “Salvaje! ’88” grabada en 1988. Cano tiró ocho discos y canciones más, muchas ellas producida por Cano mismo.

Desafortunadamente, Cano embarco en una carrera a solas mientras la Salsa perdía influencia cultural a nivel Latino Americana. En esa época surge la invasion de el Reggaeton y Merengue en Puerto Rico. Cano lucho para que la Salsa siguiera siendo pertinente, y no solo quizo avanzar las tradiciones Salseras como genero, si no también hacerse famosísimo. La combinación de su vocabulario expansivo, su manera impetuoso en la tarima, y su conocimiento profundo de las origines Jíbaras de la Salsa, Cano comenzó a proclamar sus talentos de improvisación.

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Cano también utilizaba el canto “jazz scat” con sus líricas improvisadas en vivo. Con la convicción que para ser clasificado como un salsero, tenias que ser sonero, Cano quizo ser el campeón, y eventualmente él se nombro “El Dueño del Soneo”.

La primera vez que el trato de sonear para romper record, fue en un concierto en Guanica, Puerto Rico y cuando Cano hace la historia, el lo cuenta como si la ocasión fue un juego, un apuesto, hecho porque y la música se estaba poniendo aburrido. La orquesta le hizo el reto de ver cuántas soneos improvisado Cano podia hacer sin repetir un verso. Llego a los cien versos. En el proximo concierto, llego a 120. Pronto, llego a los 200. Cano admite que cada vez que superaba el reto, se quedaba completamente exhausto.

Pronto empezó Cano a desafiar a otros cantantes, entrando en duales donde ganaba el aunque sus improvisaciones venían llenos de insultos, causando tiraeras con otros artistas iguales a los que se forman entre los raperos hoy en día. Era obvio que la controversia le iba perseguir a Cano, no solo por el contenido de sus improvisaciones, si no porque, al proclamarse el rey del soneo, se postulo por la posición de blanco para el paredón. Sus improvisaciones ocasionaron controversias que forzó a Cano pedir perdón por video.

En un concierto en Cali, Colombia, Can, “en medio de uno de los soneos, hizo expresiones degradantes hacia las mujeres: ‘A la que no me lo dé (refiriéndose a la parte íntima de la mujer), la llevo a la casa del pique’.” Cano jamas pudo regresar a Cali después de esa controversia.

Los referentes más importantes de Cano Estermera: Justo Bentacourt, Hector Lavoe, Cheo Feliciano, Ruben Blades, Willie Colon, Ismael Rivera, y Marvin Santiago. La vida de Cano fue dedicada completamente al éxito y ascenso de la Salsa como forma artística, y con esa interés quizo actualmente elevar a todos los Salseros verdaderos—siempre y cuando el fuera el rey del soneo.

Su música siempre tenia un sentido de humor sobre temas difíciles, desde la infidelidad hasta su propia condición como hombre albino. El trato de imponer una estructura a la Salsa mientras el trataba de experimentar con la forma musical. Cano dijo, “…tampoco nos podemos amarrarnos al tradicionalismo…yo me considero un cantante de vanguardia y estoy consciente de que los errores mas grandes los cometo yo porque estoy experimentando.”

Cano podia admitir sus defectos aun mientras le tiraba a los demás durante sus improvisaciones, y el explico como podia hacer las dos cosas a la vez, “…para poder llegar al punto en que yo pueda criticar a los demás—porque primero te tienes que salir de tu de tu [sic] cuerpo, hacer un viaje astral, mirarte desde afuera, para poder determinar lo que tu eres, entonces poder hablar de los demás…”

How High Is Too High?

How High Is Too High?

As a professional dancer, one of the major concerns you should have is being able to work the dance floor all night long. Essentially, there will be different reasons why this could take place. It could be from performing at a beautiful concert, festivals, congress or multi-day dancing. Regardless of the reason, getting the perfect pair of dancing shoes is the only way to make it a success. However, dancing comfortably for hours can not only be attributed to skill and practice, but also, to the heel length of your shoe.

Now, there are many other factors to consider, like the size and height of the dancer. This is so because according to research, the taller & heavier you are, the more difficulty you would have, dancing for longer hours. Also, beginners might not necessarily be skilled at performing for long hours. So, you should consider these before picking out the perfect heel length.

To help you understand more, this article will be broken down into different sections;

What Heel Size Is Best For Beginners?

For dancers who are just starting their professional career and are unsure of what heel size to get, it is safer to stick to a heel size of 1.5″. A sturdy and balanced ballroom or salsa dance shoe with a heel length of 1.5″ is absolutely perfect for beginning dancers. Also, it is a great choice for dancers with physical limitations and those, who aren’t great at walking in heels. With that variation of low heels, you can dance a long time without strain and discomfort. Hence, you will certainly be comfortable after hours of dancing.

Professional Dancers

If you’re a professional and have had quite a history of working in heels, then it’ll be easier to opt for higher heels. Start off with a mid-range heel length of 2.5″- 3″. This heel length is the perfect choice for talented dancers, who are quite experienced with dancing for hours. However, this number can jump all the way to 3.5″- 4″, depending on how great you are. A perfect example is the megastar, Beyoncé Knowles, who is known for her amazing and mind-blowing shows. How do you think she delivers excellent dance sets every single time? Well, she is a world-class performer, but her shoes play a huge role in the entire process.

So Beyoncé is about 5′ 7″, which is taller than the average woman and could cause her to get tired easily at every performance. However, she always seems to ace every show without expressing any form of fatigue. According to one of her stylist, she wears shoes with a heel length of 4¼” and heel thickness at ¾”. This dimensions offers her full support and comfort. Even though it might seem scary, once you’ve begun performing, you will get comfortable with higher and thicker heels after a while.

In summary, when picking out a dancing shoe for a show that requires you to be on your feet all night, think comfort and ankle support first. Start off using shoes with lower and thicker heels, especially as a beginner and gradually transition into a higher heel. This will help you perform better and longer without any form of injury.